Este corto final de Mi planta de naranja lima es una despedida llena de melancolía, gratitud y conciencia. El narrador, ya adulto, recuerda con ternura al portugues, la cual fue su figura paterna que le enseñó el valor de la dulzura en medio del dolor. A sus 48 años, admite que muchas veces aún se siente como aquel niño sensible que buscaba consuelo en las pequeñas alegrías. Esta reflexión nos invita a pensar en lo importante que es proteger la infancia, no solo físicamente, sino emocionalmente, y cómo las experiencias marcadas por el dolor temprano dejan huellas que acompañan toda la vida.
En estes blog comparto un resumen y mi análisis personal de los capítulos del libro Mi Planta Naranja Lima de José Mauro de Vasconcelos
viernes, 13 de junio de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Capitulo 9
Este corto final de Mi planta de naranja lima es una despedida llena de melancolía, gratitud y conciencia. El narrador, ya adulto, recuerda...

-
La Conquista Este capítulo, sin duda, se ha convertido en mi favorito hasta el momento, al inicio empezó arrastrando una sensación amarga p...
-
En esta parte de la historia, Zezé y el portugués el cual continúan fortaleciendo su vínculo a través de una conversación íntima y afectuos...
-
Este capítulo me muestra por completo que Zezé busca refugio en su imaginación, porque ahí no será juzgado y puede divertirse imaginando lo ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario