domingo, 18 de mayo de 2025

Tercer capitulo

 En el tercer capítulo, la historia nos deja con una reflexión profunda sobre la pobreza, la desigualdad y lo que significa ser niño en una sociedad que espera que todos vivan con ciertos privilegios, como recibir regalos en días especiales. Zezé se enfrenta a la dura realidad de que, en su vida, esos momentos de felicidad no existen. Mientras que para otros niños un día como el que se describe debería ser de alegría, para él es solo un recordatorio de lo que le falta. El dolor de no poder recibir un regalo lo afecta profundamente, y lo que podría haber sido un día de celebración se convierte en uno de los más tristes de su vida.

Este sentimiento de desamparo aumenta por la falta de comunicación en su familia. En su hogar, no parece haber un espacio en el que Zezé pueda expresar lo que siente, y sus emociones son ignoradas por los adultos. En lugar de encontrar apoyo, lo que recibe son palabras crueles que lo lastiman aún más. Este abandono emocional por parte de su familia lo hace sentir aún más solo y vulnerable.

Además, vemos cómo la dureza de su vida lo lleva a desarrollar pensamientos sombríos, incluso de querer desaparecer. Es un reflejo claro de cómo las condiciones difíciles y el maltrato pueden afectar profundamente la psique de un niño. A pesar de esto, la historia también nos muestra que Zezé no se rinde. Su deseo de tener algo para él, de poder cambiar su situación, lo lleva a tomar una decisión sorprendente para alguien de su edad: buscar un trabajo para obtener dinero. Zezé no tiene la posibilidad de disfrutar de una niñez tranquila, ya que la pobreza lo empuja a buscar soluciones que están fuera de lugar para alguien tan joven. Aunque no fue obligado a trabajar, no tenía de dónde obtener dinero.




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